Con capacidad para manejar piezas con un gran volumen de hasta de 40’X12’X12’, es ideal para conseguir atractivos acabados en piezas metálicas y en otros materiales para fachadas de construcciones, logotipos y piezas estructurales publicitarias, rejas para edificaciones, puertas enrollables para almacenes o bodegas, piezas metálicas industriales y de la industria automotriz, rines para vehículos, y cualquier otra pieza que requiera un acabado en pintura de alta calidad, suave al tacto y de gran duración.
Coating Solutions & Quality trabaja altos estándares ambientales y de calidad, utilizando pinturas en polvo completamente orgánicas, que generan mínimos desperdicios, porque los excedentes del proceso pueden ser recolectados y recirculados en nuevos procesos de pintado. Los procesos y la calidad de Coating Solutions & Quality resaltan por su alto rendimiento, por sus competitivos costos operativos y uno de nuestros principales valores: el cuidado ambiental a través del uso de productos orgánicos que se biodegradan, de la recircularicación de los excedentes en el proceso, minimizando los desperdicios y su tratamiento.
Los procesos en Coating Solutions & Quality son de gran eficiencia gracias a la rapidez y gran calidad del horno para piezas de hasta de 40 pies largo, 12 de ancho y 12 de alto. Además recogemos y entregamos en el Sur de la Florida las piezas de gran volumen que van a ser pintadas en nuestras instalaciones.
Coating Solutions & Quality ofrece un servicio integral, para que nuestros clientes tengan la mejor experiencia del mercado, con calidad, alta protección y duración, tiempos oportunos y un excelente manejo logístico.
Economía: el mayor beneficio de la pintura en polvo tiene que ver con la eficiencia y el exceso de pulverización. La eficiencia de transferencia promedio del recubrimiento en polvo es del 60-70% y cualquier exceso de pulverización puede recuperarse y reutilizarse sin que haya producto alguno desperdiciado.
Seguridad: el recubrimiento en polvo no requiere altas medidas de seguridad gracias a que el producto es sólido e inerte y no representa un riesgo para la salud. La pintura en polvo no contiene químicos nocivos, como disolventes o compuestos orgánicos volátiles (VOC), los cuales se encuentran normalmente en las pinturas líquidas.
Ambiental: al no contener disolventes ni VOC, no se generan daños en el medio ambiente durante el proceso, además si se generan desechos, tampoco son peligrosos y pueden depositarse con los residuos ordinarios. En cambio, la pintura húmeda contiene sustancias químicas nocivas que se ha comprobado, agotan el ozono de la atmósfera y producen residuos altamente peligrosos.
Mecánico: el recubrimiento en polvo generalmente es dos veces más grueso que la pintura estándar, pero es notablemente más flexible, teniendo capacidad para doblarse y ceder con el material al que se aplica. Esto lo hace ideal para las diferentes industrias donde los productos están sujetos a mucha vibración o torsión después de ser pintados
La pintura en polvo es un proceso que utiliza la aplicación electrostática de un polvo orgánico no contaminante, que se adhiere a las partes que requieren un revestimiento de pintura para decorar y proteger. El proceso consiste en un pre-tratamiento químico de la pieza o las piezas a pintar, seguido por el secado, la aplicación del polvo y finalmente el proceso de adhesión definitiva, al llevar las piezas a un horno con una temperaturas moderada entre 350ºF a 400ºF durante un periodo aproximado de 1 hora. Las temperaturas al ser moderadas ayudan a mantener o conservar las características originales del material que se esta pintando.
El pre-tratamiento o alistamiento de las piezas requiere su limpieza, eliminando la humedad, grasa, polvo o cualquier otra suciedad; esto se realiza generalmente de forma abrasiva, mecánica o química de acuerdo al material y el resultado esperado, buscando la homogeneidad en la densidad del color, la alta durabilidad al desgaste de la pintura y la corrosión.
El proceso de pintado se realiza en condiciones controladas y estables para evitar la llegada de partículas del exterior que generen resultados inesperados, además permite recuperar los excedentes de pintura, sin generar contaminación ambiental al evitar los residuos y partículas volátiles.
La aplicación de la pintura en polvo se realiza a través de una carga electrostática que permite una correcta y uniforme adherencia sobre la superficie que se va a recubrir observando dos fenómenos. Primero, con la carga positiva aplicada sobre el polvo y la negativa sobre la pieza a recubrir se genera una gran atracción entre ellas, facilitando una alta adherencia y mínimo desperdicio de materia prima; segundo, con la carga positiva puesta a las partículas de pintura en polvo, una vez adheridas a la superficie, hace que éstas se repelan entre sí, manteniendo un nivel de pintura homogéneo sobre la superficie y evitando zonas con excesos o mayor densidad.
Posteriormente se procede al curado a temperaturas moderadas, el cual se realiza en un horno industrial con capacidad para piezas de hasta de 40 pies de largo y 12 de ancho. En el horno se da una reacción química entre las partículas de pintura polvo orgánicas que se endurecen uniformemente generando un recubrimiento que protege del ambiente exterior y retrasa su desgaste, formando una película de alta calidad, gran duración y refinada estética.
Una vez finalizado el curado se procede al enfriamiento de las piezas a temperatura ambiente y a su entrega.